Amelie Hotel Manila ★★★

Trato amable

-

Ruido, olor, desayuno, seguridad. Primero estuve en 5a planta, no funcionaban los enchufes, y no cerraba la puerta. Cambiaron a planta 10, Si lo sabia esto que va a pasar se escucho todo ruido de KTV que está ahí, terrible 2 noches con música a tope, que llegaba, no pude dormir. Desayuno , terrible, no hay nada para elegir , no pude comer nada y he pagado por esta basura de comida. No es para un hotel de 3 estrellas. 50€ por una noche esperas algo mejor. En la planta 10 te is una cucaracha ???? de bienvenida que es normal obvio en este país, pero deben poner algo para matarlas. Seguridad- 2 días seguidos alguien intentaba abrir mi puerta me daba miedo de levantar y ver quien fue. Sola en un país asiático, una rubia. Me sentí sin seguridad en absoluto. Piscina en la foto y vida real no es igual. Internet va fatal ! Se connecta y desconecta cada rato. No carga mensajes hay que refrescar cada 5 minutos.

El desayuno, correcto. La ubicación en un barrio muy animado, muy cerca caminando de un centro comercial y cercana a la zona histórica de Intramuros.

Tras pasar la primera noche en el hotel al llegar al día siguiente después de pasar el día fuera, nos mira inquisitivamente de tal manera que le indicamos que éramos huéspedes del hotel y indica de bastantes malas maneras que tenemos que pasar por recepción. La recepcionista nos saca una bolsa que contiene dos toallas, y nos dice que que tienen unas manchas que no han salido al lavarlas y que si una vez que las vuelvan a lavar no salen, nos las tendrán que cobrar. Se trataba de unas ligeras manchas de carmín. No daba crédito, pensaba que me estaban tomando el pelo; jamás me ha pasado algo ni remotamente similar y he estado en muchos hoteles. Me pareció entre cutre y de mal gusto. Después pedí una toalla adicional puesto que había dos toallas de baño y una de manos; pues me hicieron firmar un recibo y al hacer el check out me cobraron un suplemento "por el uso". Para colmo y rematar la cutrería, haciendo el check out, la recepcionista nos dice que tenemos que esperar a que revisen la habitación a ver cómo ha quedado; y delante de nosotros llama a alguien por un pocket para que la revise. Nosotros, que teníamos prisa y así se lo indicamos, esperando. Otra cosa surrealista. No sé con que clase de clientes se topará este establecimiento, pero si esa es su política reitero que es extremadamente cutre y desde y muy poco elegante. Te hacen sentir como un delincuente. La piscina que tienen en la azotea, no cumplió tampoco el horario de apertura así como tampoco nos facilitó toallas para su uso allí, como por otra parte indicaban en los carteles. En resumen, alojamiento cutre que pretende ser una cosa que no es, dan un trato al cliente que le hacen sentirse como un delincuente y no se corresponde con lo que ofertan en Booking

Trato amable

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Ruido, olor, desayuno, seguridad. Primero estuve en 5a planta, no funcionaban los enchufes, y no cerraba la puerta. Cambiaron a planta 10, Si lo sabia esto que va a pasar se escucho todo ruido de KTV que está ahí, terrible 2 noches con música a tope, que llegaba, no pude dormir. Desayuno , terrible, no hay nada para elegir , no pude comer nada y he pagado por esta basura de comida. No es para un hotel de 3 estrellas. 50€ por una noche esperas algo mejor. En la planta 10 te is una cucaracha ???? de bienvenida que es normal obvio en este país, pero deben poner algo para matarlas. Seguridad- 2 días seguidos alguien intentaba abrir mi puerta me daba miedo de levantar y ver quien fue. Sola en un país asiático, una rubia. Me sentí sin seguridad en absoluto. Piscina en la foto y vida real no es igual. Internet va fatal ! Se connecta y desconecta cada rato. No carga mensajes hay que refrescar cada 5 minutos.

El desayuno, correcto. La ubicación en un barrio muy animado, muy cerca caminando de un centro comercial y cercana a la zona histórica de Intramuros.

Tras pasar la primera noche en el hotel al llegar al día siguiente después de pasar el día fuera, nos mira inquisitivamente de tal manera que le indicamos que éramos huéspedes del hotel y indica de bastantes malas maneras que tenemos que pasar por recepción. La recepcionista nos saca una bolsa que contiene dos toallas, y nos dice que que tienen unas manchas que no han salido al lavarlas y que si una vez que las vuelvan a lavar no salen, nos las tendrán que cobrar. Se trataba de unas ligeras manchas de carmín. No daba crédito, pensaba que me estaban tomando el pelo; jamás me ha pasado algo ni remotamente similar y he estado en muchos hoteles. Me pareció entre cutre y de mal gusto. Después pedí una toalla adicional puesto que había dos toallas de baño y una de manos; pues me hicieron firmar un recibo y al hacer el check out me cobraron un suplemento "por el uso". Para colmo y rematar la cutrería, haciendo el check out, la recepcionista nos dice que tenemos que esperar a que revisen la habitación a ver cómo ha quedado; y delante de nosotros llama a alguien por un pocket para que la revise. Nosotros, que teníamos prisa y así se lo indicamos, esperando. Otra cosa surrealista. No sé con que clase de clientes se topará este establecimiento, pero si esa es su política reitero que es extremadamente cutre y desde y muy poco elegante. Te hacen sentir como un delincuente. La piscina que tienen en la azotea, no cumplió tampoco el horario de apertura así como tampoco nos facilitó toallas para su uso allí, como por otra parte indicaban en los carteles. En resumen, alojamiento cutre que pretende ser una cosa que no es, dan un trato al cliente que le hacen sentirse como un delincuente y no se corresponde con lo que ofertan en Booking